LA MARCA ESA GRAN OLVIDADA ENTRE LAS PYMES.
En Desaprendiendo afirmamos que las empresas de hoy SON menos productos y más marca.
Cuando hacemos esa afirmación nos estamos refiriendo a que en el mundo actual las ideas se copian (o avanzan) a gran velocidad, y no siempre triunfa el mejor producto, sino el que se posiciona mejor en la mente del comprador.
Todos tenemos en la mente grandes empresas que fueron fagocitados por empresas que tenían peor producto, pero que sin embargo lograron que su marca fuera más reconocida.
Las empresas familiares y las pymes, suelen centrar su crecimiento en la mejora continua de su producto (cosa a la que evidentemente no nos oponemos) , pero muchas veces descuidan su marca. Y lo que queremos resaltar es que es tan importante trabajar una cosa como otra, para no llevarnos desagradables sorpresas.
En este articulo os damos algunas claves.
¿Qué es una Marca?
Una marca puede parece que es sólo la denominación bajo la que se construye un negocio, pero en realidad supone un valor en si mismo, tan importante como mi producto, mis Recursos Humanos, capital etc. Es como nos percibe el cliente, y eso es lo más importante.
Ahora bien, gestionar este intangible nos obliga a meditar sobre las dimensiones que se desprenden de ella y los efectos que tiene la marca sobre nuestro mercado objetivo.
La marca. Los 4 puntos en los que se divide una marca.
Lo queramos o no, nuestra marca va a ir creando una percepción en la mente de los clientes que se irá extendiendo fuera de nuestro control. Podemos influir en esta comunicación o no. En función del trabajo que hagamos desde Todos los rincones de la compañía.
Para posicionar adecuadamente nuestras marcas debemos trabajar sobre 4 puntos
- Notoriedad: cómo de reconocible es mi nombre en mi mercado
- Calidad: Que percepción tiene nuestro cliente sobre la calidad de una marca
- Valores de la marca: Con que valores nos asocia.
- Lealtad: cómo de fieles es el cliente al consumirla
Uniendo el puzzle
Estos 4 puntos se deben trabajar desde todos los departamentos de una empresa, y debe ser dirigido por la dirección de la compañía
Por ejemplo, Un mal servicio durará en la mente de los consumidores más que el propio problema que lo produjo, por lo que si no reaccionamos a tiempo podemos estar creando una imagen persistente de la que será difícil escapar.
Aquí empieza lo más complejo y es como definimos nuestra marca, como lo trasladamos a toda la compañía y como concienciamos a todos los empleados que somos parte de esta marca.
Nuestros trabajadores, deben ser los primeros embajadores de la marca. Esto no se logra imponiendo, sino con una estructura organizacional sana e «higiénica», reconocimiento del esfuerzo y un cuidado sincero de los clientes, que comience dentro y se extienda hacia afuera.
¿Cómo comenzamos a gestionar nuestra marca?
La fundamental para poder gestionar una marca pasa por preocuparse por ella:
– Un buen diseño de los elementos corporativos
– Control sobre los procesos de atención al cliente
– Cuidado en la comunicación interna y externa.
– Políticas de recursos humanos que implanten una filosofía empresarial clara y dotar a los empleados de soluciones en la resolución de problemas con los clientes.
Tenemos que intentar que los elementos de marca estén actualizados y muestren la imagen que queremos transmitir. (No olvidad que es imposible no comunicar, por tanto es importante que comuniquemos lo que queremos transmitir)
Página web, logotipo, uniformes, local, presentación del producto, innovación, formación… todos estos son elementos que requieren de una acción continuada y no puntual.
La mala noticia, es que todo está siempre a medio hacer. Siempre hay margen de mejora.